Ya estás en Oslo, ahora deja que te demos una lista de cosas que hacer en esta ciudad para disfrutarla al máximo.
1. Levántate temprano un sábado y llega sobre las 10 de la mañana al mercadillo al lado del estadio (Dalsbergstien, 19). Busca entre los montones de cosas antiguas donde puedes encontrar una maleta vintage a una lámpara de plástico de los 60 aunque al final acabes comprando un par de chapas – a 3 coronas cada una.
2. Móntate en el tren rápido en dirección al norte para llegar al tranquilo barrio de Saint Hansaugen, mientras miras por la ventana a los peatones pasando. Bájate en Damstredet y pasea entre edificios del siglo XVIII para sentirte como si estuvieras en la vieja Christiania – así se llamaba Oslo antes del 1924.
3. Sube hasta Holmenkollen. Puedes entrar en el museo del esquí y después desde su mirador admirar la ciudad como lo haces los esquiadores antes de saltar al abismo.
4. ¡Camina por el techo! Oslo es la única ciudad en la que puedes andar sobre el techo de su Opera House. Este edificio es considerado uno de los más bonitos de la capital. Gracias a su diseño único, parece que está sobre el agua. Desde aquí tenemos una vista espectacular de la bahía y verás a muchos locales allí ya que les gusta pasar el rato sobre su techo. Esta es una visita obligada ya que merece la pena aunque no seas un gran fan de la ópera.
5. Visita la tienda Platekompaniet con idea de estar unos minutos y pásate horas allí escuchando la gran variedad de CD’s que venden, desde música electrónica escandinava a Jazz. Te resultará extraño que los dependientes te lleven más discos y te asombrará también el sonido de al menos una docena de canciones a la vez. Al final comprarás algo totalmente diferente a lo que llevabas planeado en un principio, como un CD de la orquesta Kaizers- una banda de rock conocida solo en Noruega.
6. Por la tarde, da un paseo por Aker Brygge. Compra un bocadillo hecho con el pescado más fresco que has tomado nunca, siéntate en el paseo justo al lado del agua y observa a las descaradas gaviotas cogiendo camarones de los puestos.
7. Al anochecer, sube en el ascensor hasta la última planta del Radisson SAS Plaza y, una vez que hayas pedido un cóctel, disfruta de las miles de luces de Oslo reflejadas en las aguas del fiordo.
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