La distancia entre
Tromsø y
Bergen es de 1203 km si vamos en avión, pero por carretera son 1800 km. En mi caso, no me importó que la distancia fuera tan larga, pues era mi sueño conducir por esta esta ruta. ¡Y mereció la pena! Fue una experiencia única con escenarios espectaculares.
En esta ocasión, mi esposa y yo pasamos totalmente de largo de
Oslo porque ya habíamos estado allí. Nos encantaría visitar la capital de nuevo, ¡pero hay muchas otras partes del país esperándonos!
Al principio pensamos alquilar un coche, pero cuando calculamos al coste de hostales/
campings y comidas, mi mujer pensó en alquilar una
autocaravana. Una autocaravana pequeña para dos era una buena elección, así siempre tendríamos un techo, cocina y camas cómodas. Cenamos fuera un par de veces pero normalmente comprábamos algo de carne y verduras y cocinábamos nosotros mismos. También teníamos siempre a mano algo de té.
Puedo deciros que la autocaravana es una opción genial para conocer Noruega. La mayoría de las carreteras allí tienen zonas para autocaravanas con merenderos e incluso baños. Casi todas las gasolineras tienen agua potable. Si estáis pensando en hacer este viaje, os comento que nosotros alquilamos desde Tromsø a Bergen con
Motorhome Norway. Las carreteras (sobre todo E6, E39 y E8) hasta Bergen estaban en buenas condiciones.
DÍA 1
Llegamos al pequeño aeropuerto de Tromsø, recogimos nuestras maletas y cogimos el transfer hasta la oficina de la empresa de alquiler. Allí nos enseñaron nuestra autocaravana, nos dieron todas las instrucciones necesarias y empezamos nuestro viaje.
Primero, condujimos hasta la ciudad, aparcamos y nos dimos una vuelta por la ciudad. A Tromsø la llaman la entrada de Noruega al Ártico. Vimos el puerto desde el que los famosos exploradores emprendieron nuevas travesías. Entramos en una cafetería para tomar café y algo de picar. Después cogimos el funicular hasta
Fjellheisen, que nos subió a 420 metros sobre el nivel del mar. ¡Las vistas eran impresionantes! Vimos la
catedral del Ártico pero no tuvimos tiempo de visitarla por dentro.
Compramos algo de comida y nos preparamos para el viaje. Nuestro próximo destino era
Narvik. Tomamos Grønnegata y la Rv862 para llegar a la E8, por la que llegamos a nuestro destino unas 4 horas después.
Allí encontramos un camping bastante bonito, aparcamos y nos preparamos para nuestra primera cena noruega (mi mujer preparó unas verduras y asó algo de carne). Las barbacoas desechables son muy recomendables cuando estas viajando. Todavía tuvimos tiempo de dar un paseo por allí, pero estábamos tan casados que nos fuimos pronto a la cama.
DÍA 2
En este día pensamos llegar desde Narvik hasta
Mo I Rana.
Así, salimos a la E10 y comenzamos el viaje. Pasamos por muchos túneles, pero como estábamos acostumbrados a viajar en tren por Alemania no hubo problemas de claustrofobia. También cogimos nuestro primer ferry Bognes-Skarberget. Cenamos al atarceder rodeados de naturaleza pura en un lugar pintoresco cerca de Fauske. Así, relativamente rápido, llegamos a Bodø.
El mayor atractivo de
Bodø es el famoso Saltstraumen, donde se juntan dos corrientes, creando uno de los remolinos con más fuerza del mundo, realmente nos impresionó. También visitamos la catedral de Nordland.
Desde Bodø condujimos unos 150 km hasta
Polarsirkelsenteret, ¿Cómo íbamos a dejar de ir al
Centro del Círculo Ártico? El Centro está situado a unos 680 metros sobre el nivel del mar. Nos gustó mucho su original arquitectura. Además, brillaba el sol y por primera vez pudimos dejar nuestros abrigos en la autocaravana y dar un paseo en manga corta. Podíamos haber pedido el certificado que te dan por haber cruzado el Círculo Ártico, pero creímos que estaba un poco fuera de lugar.
Después disfrutamos de un agradable almuerzo bajo el sol (aunque el viento empezó a soplar con fuerza) y después nos dirigimos directamente a Mo i Rana donde buscamos aparcamiento para pasar la noche.
DÍA 3
Este día nos levantamos temprano, teníamos mucho camino por delante desde Mo i Rana hasta
Trondheim. Obviamente, la mayor parte del día la pasamos en la carretera, mirando el paisaje a través de las ventanillas por la E6. El camino desde Mo i Rana fue bastante impresionante con sus enormes montañas, glaciares y la costa tan escarpada.
En nuestro camino pasamos bastantes túneles de nuevo. Se hacía raro pensar que era solo nuestro tercer día en Noruega, ¡habíamos visto ya tanto! Estábamos inmersos en esta nueva vida condicionada por la carretera y el tiempo, llena de nuevos problemas como dónde comer, dónde conseguir agua, dónde vaciar el depósito del baño… Todos nuestros problemas del día a día relacionados con el trabajo, en los atascos o en nuestras tareas del hogar parecían tan triviales y lejanos…
Cenamos en la orilla de un bonito lago. De nuevo estaba soleado pero hacía viento. Ya por la noche llegamos a Trondheim y encontramos un lugar para pasar la noche.
DÍA 4
Como habíamos planeado, pasamos el día en Trondheim. Primero, visitamos la gran catedral Escandinavia, Nidaros Domkirke, que data del siglo XI. Después, visitamos el edificio de madera que alberga la Residencia Real y dimos un paseo por el Museo al aire libre del Folk Trøndelag.
Ese día cenamos fuera en un sitio muy especial,
Baklandet Skydsstation. La atmosfera era muy agradable, nos sentíamos como si hubiéramos sido invitados por unos amigos noruegos en vez de estar sentados en un restaurante público. Probamos platos con ciervo, regados con cerveza local. Mi mujer probó su emblemático cacao de postre. Todo estaba muy bueno. En mi opinión, los precios eran un poco altos, pero la noche, definitivamente, mereció la pena.
DÍA 5
Nuestro plan para esta jornada: Trondheim – Kristansund – Bud – Ålesund.
No imaginábamos que conducir por la carretera atlántica fuera a ser tan placentero. El cielo azul, un sol cegador, paisaje que quitan el aliento, el océano, y mi mujer gritando feliz porque ¡había visto una ballena!
Llegamos a
Kristansund y aparcamos para dar un paseo por allí, después entramos en una cafetería para tomar un café y probar los dulces.
Nuestra siguiente parada era
Bud y su pintoresco pueblo pesquero. Cenamos, hicimos varias fotos y continuamos hacia
Ålesund.
Finalmente, llegamos. Esta ciudad se quemó aprincipios del siglo XX y fue reconstruida con un estilo Art Nouveau. Y otra curiosidad más: está localizada en un archipiélago, con edificios en las diferentes islas.
Pasemos por el centro, vimos Dronning Sonjasplass y el ayuntamiento. Pasamos por la calle peatonal Kongensgt. Compramos filetes de pescado y los cocinamos para cenar, ¡estaba todo riquísimo!
DÍA 6
Este día iríamos de Ålesund a Bergen. En primer lugar llegamos a
Geiranger.
Finalmente ¡llegamos al país de los
fiordos! El majestuoso Geirangerfjord parecía que volaba lentamente entre cadenas montañosas. Llegamos al famoso mirador Dalsnibba, desde allí pudimos ver el Geirangerfjord en toda su extensión. La parte negativa: había autobuses de excursiones allí cuando llegamos y tuvimos que esperar en una cola.
Más tarde pasamos por Styrn y Loen. Teníamos el fiordo a nuestra derecha casi todo el camino y era impresionante. Desde Olden fuimos hasta el fiordo del Norte y después a través de Førde vía Rv615 hasta Lavik, donde cruzamos Sognefjord en ferry y llegamos a Oppedal.
Al final el tiempo empeoró, se nubló y empezó a llover. Aún así, no nos impidió admirar los paisajes ¡Sognefjord es fantástico! Las aguas azules reflejaban las pronunciadas cumbres y el cielo gris, dejándonos un recuerdo magnífico.
En solo un par de horas llegábamos a Bergen.
DÍA 7
Tomamos un te por la mañana y condujimos para devolver nuestra autocaravana, que se había convertido en un verdadero hogar para nosotros durante la última semana.
Bergen es una ciudad famosa en todo el mundo por su historia y su encanto particular. Nuestro vuelo de vuelta era por la tarde así que dejamos nuestras maletas en una consigna y paseamos por
Bryggen, admirando los curiosos edificios de madera. Pasamos por el mercado de pescado y comimos en una cafetería antes de ir al aeropuerto.
Viajar a Noruega
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