Mi viaje a Noruega: Oslo y Bergen

Para realizar este viaje, decidí comprar los billetes de avión con casi nueve meses de antelación. Primeramente, porque así me ahorraba unos cuantos euros y segundo, porque como soy estudiante, me es bastante más fácil planificar mis vacaciones con bastante tiempo y calma. Aun así, tuve que hacer transbordo en Tallinn. Camino de Noruega, también me tocó dormir una de las noches en el aeropuerto ya que la espera entre vuelos era de 9 horas. Menos mal que encontré un pequeño rincón dentro de una de las bibliotecas del aeropuerto de Tallinn, con reposabrazos, lámpara y libros para leer en varios idiomas. Sobre las 4 am las primeras cafeterías comenzaron a abrir sus puertas así que me tomé una taza bien cargada.

De regreso a casa, la escala fue de tan solo 35 minutos, estaba un poco preocupado por si no me daba tiempo a hacer en transbordo, pero menos mal que todo salió bien, incluso me tocó esperar un poco.

Desde el aeropuerto de Gardermoen cogí el servicio exprés. Como ya sabéis, tengo carnet de estudiante, así que pude conseguir descuento. Como sabía ya la fecha de regreso, compré un billete de ida y vuelta en el exprés con validez de un mes.

DÓNDE DORMIR

Hice mis reservas a través de booking en el Hostel Montana Bergen que está a unos 15 minutos del centro en bus. Los autobuses salen cada 30 minutos en días laborables y cada hora los fines de semana. El personal fue muy agradable y además tenía unas vistas espectaculares porque el hostal está situado en una montaña. Me tocó compartir habitación para 4 mujeres y todo estaba bastante limpio y acogedor.

El Rønningen Hostel está situado aproximadamente a una hora de Oslo si vas en T-Bana o en autobús al centro. Las vistan también eran preciosas. La verdad es pude pedir cena buffet por un precio bastante razonable. La habitación me pareció inmensa después de haber estado en una más estrecha en Bergen; Sí que es verdad que tenía paredes de espejo y cortinas negras, pero no tarde en acostumbrarme, incluso me gustó.

TREN OSLO-BERGEN

Para ir de Oslo a Bergen me pasé una noche viajando en el tren. Los asientos son bastante cómodos y vienen con un kit de “carretera” para cada pasajero. El viaje de vuelta fue por la tarde así que pude disfrutar del paisaje montañoso de la zona. Esta ruta en tren se considera una de las más bonitas del país.

CAMBIO DE DIVISAS

No tuve problema alguno en manejarme con la moneda local. Llevaba una Mastercard y 400 Kronas que cambié antes de viajar por si las moscas. En Noruega se puede pagar con tarjeta en cualquier sitio, incluso en un mercado.

QUÉ VER EN OSLO

Durante mi visita a Oslo, fui al museo de barcos polares ubicado en la península de Bygdøy, al museo de Kon-Tiki dedicado a los viajes de Thor Heyerdahl, al museo el Folklor noruego y a varios edificios antiguos. Y por supuesto el más importante: El museo de los barcos vikingos donde puedes ver antiguas embarcaciones drakkar que recuerdan episodios históricos en los que los vikingos navegaban por los mares durante el invierno.

Visité también la antigua fortaleza de Akershus para ver el cambio de guardia. Me subí al tour en crucero de dos horas por el fiordo de Oslo. Paseé por el parque de las esculturas, visité los museos de historia y zoología, el museo Munch, y los jardines botánicos. Durante la tarde, me fui en búsqueda de las tantas esculturas repartidas por toda la ciudad de Oslo.

QUÉ VER EN BERGEN

Durante mi estancia en Bergen paseé por la antigua zona mercante de Bryggen, me subí en el teleférico para divisar la ciudad desde la cima de la montaña y el bosque, donde se dice que los troles todavía se pasean. Fui al Acuario, a la torre Rosenkrantz y la sala Haakons que era la residencia de la familia real durante el siglo XXII. Para cenar, comí las gambas y el pescado más fresco que encontré en el mercado.

PASES O TARJETAS DE TURISMO

En este casó utilicé la Oslo Pass y la Bergen Kart de 48 horas. Si tienes una tarjea de estudiante, profesor o eres un viajero menor de 30 años, podrás conseguir descuentos.

LECCIONES APRENDIDAS

Si puedes, evita pasar la noche en el aeropuerto. Vas a terminar bastante cansado y no vas a disfrutar las primeras impresiones del país como debieras.

Al ir a un país del norte, espera un clima bastante frio. Las predicciones prometían unos 14-20 grados Celsius. Pues volví a casa con un precioso bronceado y no me tocó ni siquiera usar un paraguas a pesar de que Bergen está considerada como la capital de la lluvia. Así que me sobraba demasiado la ropa de abrigo.

Tuve problemas también para reservar billetes de tren. No pude cogerlos todos a la vez y eso me preocupó un poco ya que, si no podía comprarlos, tendría que re-planificar toda la ruta de mi viaje. Menos mal que todo se debió a un pequeño error de la web y que a mí se me había olvidado elegir los asientos, así que una vez corregido eso, pude reservarlos sin problema alguno.

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