Aunque Savalen es conocido más bien por su resort de esquí y por ser el lugar de residencia de Julenissen (el Santa Claus noruego), tiene muchas otras cosas que ofrecer durante el resto del año. Primavera, verano y otoño son también unas estaciones maravillosas de las que disfrutar de tu estancia y vivir experiencias inolvidables!
El terreno montañoso que circunda Savalen ofrece unas excelentes alternativas para disfrutar de actividades al aire libre, como el senderismo y el ciclismo. Gracias a que los caminos están bien señalizados en la zona, no correrás ningún riesgo de perderte.
QUÉ VER EN SAVALEN
Lago Savalen
Tanto si lo que buscas es pescar algún pez como si prefieres relajarte en un ambiente tranquilo, pasar el día en el lago Savalen en una apuesta segura. Si prefieres tomar parte en alguna actividad, podrás alquilar sin problemas un kayak, una canoa o incluso un bote.
Centro de equitación de Savalen
El centro de equitación de Savalen organiza numerosas actividades por todo el norte de Østerdal. Su principal propósito es ofrecer actividades formativas culturales e históricas a caballo, tanto para turistas como para locales. Disfruta del variopinto paisaje a lomos de un caballo paseando por los coloridos bosques y montañas de la región.
Capilla de Brydalen
La capilla de Brydalen se consagró como tal en 1884. La construcción de una iglesia fue algo bastante complicado para los 20 habitantes de esta pequeña localidad. Entre todos ellos hicieron un enorme esfuerzo para lograr esta capilla que se conserva a día de hoy. Ole Buhaugen, de Tynset, fue el constructor y Kluver, de Dinamarca, el responsable de hacer los trabajos de pintura. La comunidad también compró un órgano para su uso. Durante los años, esta capilla se ha restaurado y reconstruido en numerosas ocasiones. Quizá, lo más destacable de esta pequeña iglesia no es su majestuosidad, sino el esfuerzo que todos los habitantes del pequeño pueblo han volcado en su conservación y construcción.
La iglesia de Kvikne
La iglesia de Kvikne guarda uno de los retablos más ricos y finamente decorados del país. Esta iglesia con planta de cruz, se construyó entre 1652 y 1654 y fue restaurada en 1738-1739. La edificación actual seguramente se construyese sobre los restos de la primera iglesia que hubo en el lugar. Se cree que Jørgen Snekker construyó el púlpito, mientras que el retablo probablemente sea obra de Johan Bildsnider, de Trondheim. La gran pintura del altar se cree que fue realizada por Johan Kontrafeier.
La mina de cobre de Kvikne
Este área de gran valor histórico es uno de los vestigios más importantes de periodo de actividad minera del país. Los trabajos de minería de Kvikne, en Hedmark se sucedieron desde 1630, representando la mayor actividad minera de toda Noruega durante el siglo XVII. Las primeras minas de la zona eran la Gabe Gottes y la Segen Gottes. En los primeros 150 años de producción, se extrajeron un total de 6960 toneladas de cobre refinado de la zona de Kvikne.
La zona minera, que un día estuvo rebosante de actividad, presenta unas zonas teñidas de amarillo por los restos minerales fruto de esta actividad, así como numerosas cuevas, las cuales dotan al paisaje de unas características muy particulares. Las construcciones conectadas al proceso minero de antaño, son a día de hoy propiedades privadas. Aquí podrás ver los restos de numerosas casas, el molino, así como las canalizaciones de agua y presas que servían como fuente de energía para sustentar esta actividad en el 1700.
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