En 1814, Christen Smith (1775-1816) fue nombrado profesor de botánica y economía en la recién fundada Royal Frederician University. Este nuevo título comprendía, entre otras responsabilidades, la de fundar un nuevo jardín botánico en Christiania, nombre con el que se conocía anteriormente a la ciudad de Oslo. Smith, quien murió de unas fiebres con solo 30 años en 1816 en uno de sus viajes al Congo, nunca pudo ver completado su propósito. A pesar de todo, la memoria del fundador del Jardín Botánico de Oslo ha perdurado en forma de palmera canaria, cuya semilla trajo Smith durante una expedición botánica a las Islas Canarias en 1815. Esta palmera ha vivido en el Jardín Botánico, en la sección de palmeras, hasta su muerte en el año 2000.
Johan Siebke, el jardinero del Jardín Botánico de Copenhage, estuvo al cargo del desarrollo del jardín botánico desde sus inicios.
A día de hoy, el principal objetivo del jardín es mantener la rica variedad de su colección de plantas, empleada en numerosas investigaciones científicas y estudios de la Universidad de Oslo.
El Aboretum
Una de las zonas más extensas del jardín botánico es el Aboretum. Además de las especies de árboles y matorrales típicamente escandinavos, el Aboretum contiene numerosas especies exóticas muy poco habituales en zonas septentrionales.
Uno de los árboles más antiguos del jardín es el Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum) cuyo crecimiento data del siglo XVIII.
No te pierdas tampoco el bosque de coníferas. Numerosos nogales (Juglans regia) y sus hojas de hasta medio metro disecadas, dotal al lugar de un exotismo atrayente. Las moreras, (Morus alba), uno de los árboles más antiguos del jardín, también es una de las joyas de la colección.
De todo el jardín, el árbol más apreciado es el Ginkgo biloba, plantado desde 1870. Otro de los “fósiles vivientes” del jardín es la Metasecuoya (Metasequoia glyptostroboides) un árbol de conífera generalmente extendido por el hemisferio norte, y considerado extinto hasta 1946.
La Colina de Oslo
La colina de Oslo (The Oslo Ridge) alberga numerosas especies de plantas cuyo hábitat natural son suelos calcáreos y ricos en pizarra, como los del Oslofjord. Esta nueva zona del jardín se creó en el año 2000. Aquí podrás disfutar de las vistas del Trifolium montanum, la flor típica de la provincia de Oslo, así como la saxífraga de Oslo (Oslo saxífraga) especie también autóctona.
El jardín también exhibe numerosas plantas que florecen en primavera, como las hepáticas (Hepatica nobilis), las pulsatilas (Pulsatilla pratensis), la anémona de bosque (Anemone nemorosa), la prímula (Primula veris), y la convalaria (Convallaria majalis).
En verano, podrás disfrutar de los brillantes colores de las agujas sangrientas (Geranium sanguineum), de la Dracocephalum ruyschiana, de la filipéndula (Filipendula vulgaris), y también de las árnicas (Inula salicina). Alrededor de 90 de las especies que se muestran se encuentran al borde de la extinción en estado salvaje.
El Jardín Herbolario
El Herbolario contiene tanto plantas medicinales, como plantas venenosas, picantes y especias culinarias, plantas fibrosas y plantas empleadas como base para tinte. En el Jardín de la Cocina, encontrarás numerosas verduras, granos, frutas y bayas.
El Jardín de la Sistemática
En este jardín, podrás estudiar la relación que existe entre las diferentes familias de plantas. Las bases de la botánica han sufrido grandes cambios en los últimos años debido a los numerosos avances científicos, los cuales muestran las interrelaciones entre las diferentes familias. Esta zona del jardín frecuentemente se emplea para impartir clases en ella.
Las Casas Verdes
En 1868 se construyó la zona de las palmeras (edificios verdes con tres zonas claramente divididas): dos zonas climatizadas (climas mediterráneo y desértico) y la última de ellas, diseñada especialmente para el estudio de la evolución de las palmeras.
Al poco tiempo, en 1876, la Victoria House fue construida con propósito único de albergar y mostrar una planta acuática increíble, el nenúfar gigante (Victoria Regia). Circundando esta inmensa piscina, se plantaron otras muchas especies que provenían de regiones tropicales: caobas, canelos, papiros, cañas de azúcar, arroceras, plantas de vainilla, jengibres y plantas de cacao. La mayoría de los turistas visitan este centro en agosto, cuando la Aristolochia máxima (una extraña especie de árbol de lianas con flores en forma de disco de 30cm) comienza a florecer. Este edificio también dispone de de un espacio particularmente creado para las orquídeas exóticas.
El Jardín Rocoso
Este jardín contiene especies alpinas, procedentes de todo el mundo. Los paisajes montañosos miniaturizados incluyen un sinuoso riachuelo, que desemboca en una pequeña cascada y estanque. La época de floración comienza en abril, mientras que alcanza su punto álgido entre mayo y junio.
Es uno de los más interesantes y a la vez más visitados de todo el Jardín Botánico. Una pequeña porción replica el paisaje alpino, con sus riscos, picos y lomas cubiertas de verde, praderas y valles. El jardín se divide en distintas zonas geográficas, como la meseta americana, el paisaje asiático, las zonas altas de Asia, el paisaje alpino, los montes pedregosos de Europa, las alturas europeas y los acantilados europeos, además de las montañas caucásicas. Cada una de estas zonas presenta su vegetación endémica.
El Jardín Rocoso es especialmente bonito durante el periodo de floración, durante la primavera y el comienzo del verano. Durante el otoño, el jardín se vuelve un increíble espectáculo colorido y frutal. Cada una de estas zonas cuenta con aproximadamente, 1400 especies y formas de vegetación alpina.
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